Hoy

No estoy bien, sé que eso es lo que quiero decir, quiero calmarme un poco, soltarme el pelo y sentir el aire, quiero decir con toda la certeza de este mundo que soy feliz.
Quiero tanto y consigo tan poco...
Hoy lloré mucho, lloré en la regadera mientras hablaba un poco conmigo, como de costumbre; pensé en tanto y una vez más no llegué a nada, a lo de siempre: quiero irme de aquí.
Odio esta impotencia que siento, la poca valentía para gritar como solía o como alguna vez pude, odio el poco coraje con el que me quedé después de no sé que cosa. Odio estos malditos dolores de cabeza que no hacen más que recordarme que estoy podrida, que estoy triste, que llevo tanto aquí adentro.
Aborresco estas lágrimas que salen ahora cuando debería ser un poco más fuerte, me matan estos viernes de nada y este apartamiento propio contra todos los demás.

Se me fue lo demás que quería decir, como un borrón que se queda con los restos... se me fue, con las lágrimas yo creo por la coladera entre el agua helada... también odio eso.

Por eso... Pluto nunca habla...

Y así... Pluto jamás habló....

Sigue todo igual.