Wednesday, December 19, 2007

12-12-07

Creí en la esperanza de verte antes de lo inevitable. De pronto, te me fuiste.
Te siento dentro, profundo y cortante en mi alma, corazón y cuerpo. Y a pesar de llorarte más de lo que organismo permitía no te siento expulsado del todo, no... este dolor va más allá porque con todo y el silencio eras importante.
Quisiera ahora decirte cosas que jamás confesé, pero será parte de nuestra especie la odiosa manía de guardarnos todo y más entre nosotros.
Lloré y lloré y me odié en cierta forma por no llegar a tiempo pero estuviste aquí y esa vista tuya me pareció pacífica como en paz. Llego a un punto, y siempre he estado ahí, en el que mis creencias se me van de la mano y me siento dividida, me confundo pero se queda mi amor.
No sé que más escribir, no sé de que forma puedo sacar mi incontrolable negación hacia la partida de queridos y la ira que les siente mi alma por momentos. No sé como estos dedos serían capaces de soportar todo lo que siento por dentro y jamás he sabido externar, no sé como estas páginas inexistentes puedan albergar la pesadez y oscuridad que a lo largo de los días no hago más que sentir.
Vuelvo a lo mismo, como castigándome y te dejo a un lado para concentrarme en mi. Este egoísmo un día me va a matar si no es que ya lo hizo, en esencia al menos.
Soy como un niño que se sube a la montaña rusa y a pesar del dolor y miedo al descender sube una y otra vez más, imparable y sin frenos. Me siento como loca, como extraña y aislada con doble personalidad y confundida porque he soportado el dolor más intenso que jamás creí sentir y ante la oportunidad de deshacerme de el no quise hacerlo.
Puedo decir que son mis recordatorios, que jamás volveré y cualquier justificación estupida asombraría a quien no me conoce, sin embargo por partes me conosco y sé que estoy más adelante de donde empecé con todo esto. Esta montaña parece eterna y el oscuro placer del dolor es más grande que la consciencia.
Es un adiós supongo, quisiera saber que fue de ti. Vivirás todavía en las semillas de tus plantas o en algún rincón inadvertido de tu vieja casa o simplemente ahí dentro, dos metros bajo tierra esperando salir como perdido por mucho tiempo. Tal vez se perdió todo y te fuiste sin darte cuenta, perdiendo a cada segundo un instante de lo que quedaba por vida. Pero no, me rehúso a pensar que ahí fue todo, que no llegué a verte y darte ese golpe en la panza. Tal vez, quizá en mis sueños vuelva a verte.
Quédate en paz, por si alguna vez te interesé, aquí te tengo, abuelo... en lo más profundo de mi ser.
Te dejo emprender ahora con todo el dolor de mi corazón, el largo camino hacia donde hayas deseado al final.





Tu nieta. -Adiós también...

Monday, December 10, 2007

Tiempo fuera
dentro y junto
Me estorbo... cada día más.
Estos tres.puntos.me.hartan
me doblo y retuerzo
y de vez en cuando, me siento a pensarte
te odio tanto por no estar aquí
y espero, me siento feliz de pensarte diciendo un verso triste
riendo de tu vulnerabilidad y odiandome un poco
por no estar ahí cuando era necesario
Siento ser tu piedra en el zapato
cuando estas metáforas absurdas
terminen por hartarme
entonces me verás varada la mitad y susurrando
entre puntos suspensivos lo que solo sabemos nosotros
Y la gente dirá y yo diré y finalmente el estío inminente terminará por asfixiarnos
porque después de todo, me siento como hundida.perra.ahogada.
todo lo que veo eres tú.
Descansa, que te amé.