Al final siempre caen las máscaras y la gente termina por dejar salir lo que escondía. La verdad sale a flote y la mayoría de veces es triste darse cuenta de lo que una vez pensaste era perfecto y honesto, no fue más que un destello fugaz... apagado por completo, podrido.
La envidia, los celos... lo más oscuro, lo más asqueroso de las personas, lo más repulsivo detona en cualquier momento y cuando pasa duele ver el sueño roto.
la gente que creció junta, las experiencias vividas, las risas, las metas comunes... todo se difumina y se crean bifurcaciones nuevas, desconocidas y alejadas. Pronto lo que parecías conocer se vuelve un espacio oscuro, peligroso... nuevo.
Y se aleja, se aleja la gente. Las apariencias engañan... y cambian también.
Y duele... sigue doliendo abrir los ojos y cerrar el corazón a todo lo que una vez amaste.
La desilusión se vuelve parte de la vida y la añoranza sigue ahí, permanente.
Sunday, August 16, 2009
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