Él

"...Nos echamos a andar y no paramos
de andar jamás, después de medianoche,
en ese pasillo del sanatorio silencioso
donde hay una enfermera despierta de ángel.
Esperar que murieras era morir despacio,
estar goteando del tubo de la muerte,
morir poco, a pedazos..."

Tiempo sin recordar al mayor...

[Gracias...]

10 de Junio, 2006

Creo, a veces pienso. A veces llego a sentir que te odio.
Hay días en los que no encuentro que hacer conmigo, en los que me asfixio y algo profundo me corta por dentro, me oprime y agita.
Minutos larguísimos que es como si con toda la intención quisieran alterar. Son minutos y segundos que lastiman, no quererte a veces me lastima.
Creo que como la mayoría de los días, he llegado un punto en el cual se ha perdido toda noción de las cosas, de consecuencias, de palabras, del tiempo...
Se ha perdido toda luz al final del túnel o al menos dejó de vislumbrarse a mis ojos que abrazados por las lágrimas se negaban a mirar. Se han perdido las ganas, aunque a veces se logren colar por las ranuras que se abren... y vuelven a huir.
He perdido toda gana de seguir, no por nada más que la pereza de no lograr nada y simplemente avanzar hacia algo a lo cual no se quiere llegar.
Creo, en ocasiones dudo de mi habilidad de supervivencia. Creo que todas las cosas me han repetido o en todo caso reafirmar esta duda que tengo a cerca del sentido de lo demás. De esto en sí. Dudo de mi capacidad de entendimiento con los demás porque existen días en los que no entiendo nada y todo se confunde, de entre el polvo y las sombras el odio renace.
Creo, pienso por días en todo lo que he fallado y me repito constantemente, con la voz ahogada en el miedo, que ya no hay un porqué. Que se acabaron de un día para otro las razones para seguir a las olas, que se acabaron los motivos para escribir en la playa, que ya no hay un porqué concreto para disfrutar de mi esencia. Que esta misma se perdió.
Entonces, es en esos días. En días como este que me pongo a pensar si realmente después de las dudas o de la cortina de lágrimas, si después de la voz ahogada o del miedo infundido, si después de los instantes imborrables, si después de ti hay un mí, si después de nosotros todavía existe una razón. Entonces me siento a contemplar que después de hoy todo acabó... y renace el silencio, entre lo irreversible y el dolor no queda nada más. Después de ti no.

17 de Mayo, 2006.

Planeaba escribirte lo más hermoso del mundo, lo más profundo que alguna vez llegara tener, pensaba dedicarte a ti lo más preciado de este mundo, todo lo que yo más quiero, después de ti.
Pensé en los versos más bonitos que pudieran salir de mí, y de esa forma convertir todo mi dolor en goce, mi amor por ti.
Yo quería entregarte lo más bonito del mundo...

En algún punto me perdí.

Te presento a lo peor de mí.
Te introduzco a mi infierno, a mi enfermedad, te llevo a mi dolor.
Quiero que sientas un poco de todo lo que yo siento, quiero que imagines un poco todo lo que me llevé, quiero reclamarte todo esto que me entregaste y que yo confiando acepté.
Pensé en lo más hermoso... y te me fuiste.
Quiero hacerte sufrir de la misma forma en la que tú me lo has hecho a mí. Quiero que no pares nunca de llorar y que ni aún así llegues a imaginar un poco todo lo que yo sentí.
Quiero que te ahogues tú.
Quiero que te sumerjas un poco en el dolor que me has hecho pasar y que te cortes el alma de la misma forma en que me has obligado a hacerlo a mi.
Me encantaría verte mutilar tu cuerpo exactamente como yo lo he hecho y que supieras que aún si lo hicieras no te aproximarías ni un poquito a lo que me ha dolido...
Quiero que pases por el espejo y te inunden a ti también las ganas de romperlo, quiero que te pares frente a ti misma y a ver cuanto tiempo aguantas... quiero ponerte de rodillas en el baño para ver que tanto te lastimas, encontrarte tirada cuando ya no puedas más. Te arrastraré a mi cocina para que sepas un poco a todo lo que me obligas cada vez y a que te veas en fotos y te hierva el corazón.
No sabes las ganas de verte a ti también sufrir, de que te arrastres como yo alguna vez lo hice, pidiendo compasión... el eco que se forma cuando nadie te escucha. Los ruidos en el corazón que sólo tú sientes.
Pensé en escribirte lo mejor, quise regalarte mi mundo, todo lo mejor de él.
Quiero que sufras como yo lo he hecho... quiero que sientas como yo he sentido para que nunca más me lastimes así.
Puta enfermedad. Cada vez me lastimas más... en un punto sé que me caeré y tu no llegarás. Te odio con toda mi alma... como en un acto de necesidad.
Me estás acabando, que lo sepas bien.

Te quedaste con lo mejor,
lo más hermoso de mi mundo. Lo mejor que alguna vez te pudiese entregar.

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Comienzo a ponerme al corriente. Había escrito pero no publicado, en fin... simples divagaciones.
Tengo varios archivos en Word que poco a poco iré subiendo, los pongo en colores, por supuesto.