Como que...

Rescatado de todo lo que fui acumulando esos días sin conexión, de todo lo que guardé en archivos... Sacado de las 12:05 a.m., uno de esos días en que no me lo sacaba de la cabeza y lo único afuera eran las lágrimas. Obviamente con Sabina al lado...

Dado que hoy no tengo que escribir, aquí lo dejo:

De vez en cuando pasan muchas cosas por mi cabeza, supongo que después de pensar en todo lo que pasamos, lo que he pasado yo, lo que nos pasó me doy cuenta de muchas cosas y otras no me quedan tan claras.

Me sigo dando cuenta de todo lo que te quise y de lo que, estoy segura, tu también me quisiste. Es ahora un sentimiento como de firmeza, de estabilidad cuando lo pienso, el poder pararme frente a alguien, frente a ti... frente a ella y decir segura, decidida, convencida que me quisiste, que en alguna parte de ti, no se si visible o escondida, que todavía me quieres quizá. Como todo cambia... esta vez de distinta forma, con otras intenciones, con otros recuerdos, con otra intensidad.

Leyendo y releyendo las conversaciones que alguna vez, después de todo, tuvimos tú y yo no sé que pensar.
En ocasiones te recuerdo y pienso en ti, como en ti y ya, como que sigues aquí, como algo deshecho, solo sombras... tú en todo. En otros momentos el pensar en ti agobia, cansa y, como duele. Unos días me dueles mucho.

Siento como tú, cuando me contaste, no sé si te acuerdes de esa vez. Me dijiste que no se lo contara a nadie, más bien lo escribiste; a veces, siento que haga lo que haga o tenga lo que tenga me falta algo, no sé que es pero me hace falta.
Supongo que a mí lo que me haría falta, para saberlo de una vez por todas y al fin dejar de escribir estas cosas (todas estas cartas sin dirección, sin acuse de recibo, sin la convicción de mandártelas o el simple hecho de saber que las lees... Sería reconfortante dejar de hacer esto... creo que lo que nos hizo falta o sólo a mí, fue algo firme, tu voz aquí, las manos cerca, tu cuerpo al lado. Me faltó una voz, me faltó tu voz, me faltaste tú diciendo al fin: “Aquí acabó.”
Como que nunca lo dejaste claro... –Por favor, ya nunca pienses en mi- dilo así.

Y así, inmediatamente nos dejo en paz.